Efecto “HALO” de una intervención de pérdida de peso mediante cambios en el estilo de vida en familiares de individuos con sobrepeso y/u obesidad. Validación de un cuestionario de adherencia a Dieta Mediterránea hipocalórica

[spa] La obesidad es una enfermedad crónica y un problema de salud pública, producido por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto de energía. La prevalencia de la obesidad en todo el mundo se ha duplicado desde 1980, llegando a 650 millones de personas obesas en 2016, y las estimaciones futuras siguen una tendencia similar. Las principales causas de esta epidemia son las conductas alimentarias poco saludables, el aumento de los hábitos sedentarios y, lo más importante, la combinación de ambos. Aunque la obesidad está clasificada por la OMS como un factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, su patrón de transmisión comparte rasgos comunes con las enfermedades contagiosas. Además, la obesidad sigue un patrón de agregación, que podría atribuirse en parte a la agrupación natural entre personas previamente obesas al compartir afinidades y moverse en un entorno obesogénico La Dieta Mediterránea no es solamente un tipo de dieta, es un patrón alimentario incluido en un estilo de vida donde se recogen costumbres, alimentos y formas de cocinar característicos en la zona del Mediterráneo. Todo este conjunto representa una serie de beneficios para la salud y concretamente para prevenir y combatir la obesidad. Estudios de intervención intensiva con pérdida de peso, apoyados con educación nutricional, actividad física y terapia conductual pueden ayudar a remitir la obesidad que presentan los individuos, y asimismo provocar un efecto “Halo” en su entorno más cercano y en su red social También es necesaria la validación de herramientas que nos ayuden a cuantificar la adherencia a la Dieta Mediterránea con restricción de energía y poder asociar esta adherencia con una mejoría en los parámetros de salud.[eng] Obesity is a chronic disease and a growing public health problem, caused by an imbalance between energy intake and expenditure. The prevalence of obesity worldwide has doubled since 1980, reaching 650 million obese people in 2016, and future estimates follow a similar trend. The main causes of this epidemic are unhealthy eating behaviors, the increase in sedentary habits and, most importantly, the combination of both. Although obesity is classified by the WHO as a risk factor for non-communicable diseases, its transmission pattern shares common features with contagious diseases. Obesity follows an aggregation pattern, which means that if a person suffers from obesity, their immediate environment is more likely to be obesogenic. Such aggregation could be attributed in part to natural grouping among previously obese people who share affinities. The Mediterranean Diet is not just a type of diet, it is an eating pattern included in a lifestyle where customs, foods and ways of cooking characteristic of the Mediterranean area are collected. All this set represents a series of health benefits and specifically serve to prevent and combat obesity. Intensive intervention studies with weight loss, supported by nutritional education, physical activity and behavioral therapy can help reduce the obesity that individuals present, but can also cause a “Halo” effect in their closest environment and ultimately in their social network. It is also necessary to validate tools that help us to quantify adherence to the energy- restricted Mediterranean Diet and to be able to associate this adherence with an improvement in health parameters